miércoles, 10 de junio de 2009

CAZADOR DE MEDIANOCHE



Cazador de medianoche (Night Hunter)
1995
USA
DIRECTOR Rick Jacobson
REPARTO Don 'The Dragon' Wilson, Melanie Smith, Nicholas Guest, Sid Sham, Cash Casey, Maria Ford, Ron Yuan, Vince Murdocco, David 'Shark' Fralick, Sophia Crawford, Art Camacho, Jeanette O'Connor
GUIÓN William C. Martell
MÚSICA Terry Plumeri
FOTOGRAFÍA John B. Aronson


Durante cientos de años, los vampiros están en lucha contra los Cazadores, pero después de tantos años, ya hay muchas bajas en ambos bandos. Los últimos cinco vampiros llegan a Los Ángeles con la idea de reproducirse en el próximo eclipse que está a punto de ocurrir. Allí les espera Jack Cutter, hijo y nieto de Cazador, el ultimo de su profesión, que intentará por todo los medios acabar definitivamente con los vampiros.


Don "The Dragon" Wilson fue 10 veces campeón mundial de kickboxing allá por los años noventa. Con semejante palmarés, el cine pronto lo tentó, y a lo largo de un par de décadas ha completado una filmografía llena de títulos de serie Z, con el mismo denominador común; peleas y baja calidad.

La cinta que nos ocupa hoy es de mediado de los noventas, y es un perfecto ejemplo del cine al que se dedicaba el bueno del Dragón.

Comienza la acción con un prologo en 1968, en el que vemos como los padres de Jack Cutter son eliminados por los vampiros, aunque antes el padre logra que el hijo escape con el libro de la familia en el que aparecen el nombres de todos los vampiro que existen en el mundo (!?). El tiempo avanza hasta 1995 en la ciudad de Los Ángeles, y Jack lleva toda una vida matando a todos los vampiros que aparecen en el libro, para después tachar sus nombres. Acaba con los que él cree que son los cuatro últimos, y ya piensa que su misión ha terminado. Por desgracia, durante esa ultima lucha es fotografiado, con lo cual la policía comenzará a buscarlo. Además, llega a Los Ángeles el verdadero rey de los vampiros, y junto a su cuatros últimos compañeros, empezaran también a intentar acabar con el cazador.



Pese a que la base del inicio del guión promete, el desarrollo es bastante simple. Con la excusa de que Jack es capaz de "sentir" a los vampiros, la hora y media de metraje se dedica a correr de un lado para otro enfrentándose a los vampiros, todo ello remozado con una bella periodista, la que por supuesto será secuestrada por los vampiros, intentando darle un poco más de emoción a la ultima batalla de la película.

Sobre los vampiros que se nos presentan, en ningún momento se explica su origen, solo sabemos que a estos no parece molestarles mucho la luz del sol (aunque van siempre con gajas de sol). El propio Jack nos cuenta que son de habito nocturnos por la simple razón de que es mejor para cazar. Seguramente, ya estarán acostumbrados a la oscuridad. Lo que si nos enteramos durante la cinta es que cada vez que hay un eclipse, es el momento en el que reproducen, ya que si en ese momento muerden a un humano, este pasa a convertirse en vampiro.

Bastante alejada del terror, "Cazador de medianoche" se enmarca en el cine de acción.
Por desgracia, quizás pensando que así lograría una mayor sensación de ritmo (¿?), el cámara durante todas las escenas de acción no se le ocurre nada más que mover de forma exagerada la cámara, logrando que a los pocos segundos uno acabe con un notable dolor de cabeza.
Vamos, que de lo único que se podría esperar algo de la película (las escenas de las peleas del protagonista), son tiradas a la basura de forma bastante lamentable.
Tampoco podremos esperar mucho de su reparto, desde el propio Don "The Dragón", un inexpresivo lanzador de patadas, aunque con un traje negro muy logrado, con una gabardina negra igual a la de Django o Sabata, y el resto formado por desconocidos actores y también muy faltos de dotes interpretativas en su mayoría.


Película de serie Z bastante olvidable.


PUNTUACIÓN:

HISTORIA: 4
AMBIENTACIÓN: 6
DIRECCIÓN: 2
ACTORES: 2
MÚSICA: 4

MEDIA: 3.6

1 comentario:

Lucifer, Becario del Mal dijo...

Mítico Don Wilson. Por más olvidable que sea almenos hay que verlo una vez.
Saludos!