EL ÚLTIMO BOY SCOUT

El último boy scout (the last boy scout)

1991

Estados Unidos

Director     Tony Scott

Guión         Shane Black

Música       Michael Kamen

Fotografía  Ward Russell

Reparto

Bruce Willis, Damon Wayans, Chelsea Field, Noble Willingham, Taylor Negron, Danielle Harris, Halle Berry, Bruce McGill, Joe Santos, Kim Coates, Chelcie Ross

Sinopsis:

Willis es un detective privado en horas bajas. Había sido uno de los más importantes agentes del servicio secreto norteamericano, pero su carrera terminó al enfrentarse con un político corrupto. Wayans, una gran estrella del fútbol, cae en desgracia al verse involucrado en un supuesto escándalo. Ambos unirán sus fuerzas para resolver sus problemas.

Basada en los canones de los Buddy film. lo que hace especial a esta película es su personaje central Joe Hallenceck, interpretado por Bruce Willis.
Aunque Hallenceck en el fondo es un heroe intergral como los que pueblan las películas de acción de la decada de los 90 (se nota en que es capaz de jugarse la vida por salvar la de un despreciable politico que le hizo la vida imposible), a lo largo del film tiene una aptitud de absoluto pasotismo (aunque no total, ya que pese a todo sigue investigando el caso) con lo que ocurre a su alrededor, una lengua viperina con brutales replicas a todos los personajes con los que se va encontrado, y en definitiva, con el cinismo como arma más peligrosa.

Cuando supuestamente está en Las Vegas gastandose su dinero, Hallenceck vuelve un dia antes de lo previsto a Los Angeles, solo para descubrir que su mujer le está engañando con su mejor amigo, el mismo que le pasa un pequeño trabajo para hacer de guardaespalda de una bailarina striper.
Lo que en un primer momento parece un encargo facíl, termina convirtiendose en una trama complicada con multitúd de muertos, y donde el mundo sucio del futbol americano es el motor principal.

Realmente, no es que importe mucho, ya que la trama "oculta" es solo la excusa perfecta para las escenas de acción, y para poner a los protagonistas en continuos aprietos.

Pero más allá de su esplendido guión y sus conseguidos dialogos, esta película tiene una fantastica fotografía, y sobre todo, un gran montaje, que no se acelera cual videoclip, pero si es rapido y agil, y un Tony Scott en estado de gracía, que dentro de su estilo, logra filmar una gran historia, que aunque en su estreno no logró ser un exito de taquilla, con el paso de los años ha llegado a ganar más adeptos, y llegar a ser considerada película de culto, y ejemplo de un cine realizado durante toda una decada en USA.


“- Quiero verte gritar. 
- Pues entonces ponme un rap.”