miércoles, 21 de octubre de 2015

MUERTO COMUNES

Muertos comunes
2004
España 
Director         Norberto Ramos del Val
Guión            Javier Félix Echaniz
Música          Santiago Ibarretxe
Fotografía     Javier Bilbao
Reparto
Javier Albalá, Ernesto Alterio, Luchy López, Adolfo Fernández, Ion Inciarte, Fernando Delgado, Juan Carlos Martín, Sonia Almarcha, Pilar Castro, Andrés Gertrudix

Sinopsis:
Pamplona, 1973. Eusebio Luquín, un inspector de policía cuya máxima en la vida es que el trabajo nunca le quite el sueño, ha de resolver con la ayuda de Fermín, su nuevo subinspector, la violación y asesinato de la joven Blanca Huete en los aledaños del cuartel del Quinto Regimiento de Zapadores. Los militares no les ofrecen mucho apoyo, una reciente fotografía de la víctima se convierte en la prueba decisiva de la investigación, y el principal sospechoso resulta ser el marido de la cantinera Elvira. Cuando parece que todo ha terminado, terribles acontecimientos reabrirán un caso en el que los unos callan y los otros no preguntan.

Curiosa película policiaca ambientada en Pamplona en 1973.
Lo que parece un caso "normal" de violación y asesinato de una joven, acaba destapandose como un interesante complot, basado en acontecimiento reales (más o menos), que añade a medida que avanza un mayor valor a "Muertos comunes".

Lo primero que habría que agradecer, sin duda, es que algunos directores decidan arriesgarse con películas que se salen de lo comercial, que suelen ser comedias romanticas de cama.

"Muertos comunes" apuesta por el cine policiaco.
La ambientación de una pequeña ciudad española de la época está realmente lograda, y las imagenes nos trasladan a los años 70 en aquella España Franquista, aunque el limitado presupuesto se nota, sobre todo a la hora de representat algunas localizaciones, generalmente las instalaciones militares.

La pelicula se asienta en el personaje de Javier Albalá (Eusebio Luquin), un inspector de policía pasota, chulesco, y que viene de vuelta de todo.
Su comisario le asigna un nuevo compañero, Ernesto Alterio (Fermín), que es todo lo contrario que el primero, siendo comedido, educado y eficaz en su trabajo.

Una trama inicial que parece de menor categoria que la misma vida de Luquin sirve como arranque, y poco a poco va convirtiendose en el motor de la película.
Luquin, personaje que tiene toda la pinta de que siempre en su vida (tanto profesional como sentimental) ha optado por no meterse en lios o complicaciones, decide olvidarse de esa norma, y comienza a investigar más de lo que generalmente sería esperado de él.

Tampoco nadie espere, en su tratamiento, algo novedoso o que se salga de los canones del género, pero tampoco pasa nada, ya que los seguidores de estos films muchas veces buscan exactamente lo mismo visto otras veces.
La trama oculta, que se asienta sobre hechos reales (más o menos documentados), logra remover lo que es en su primera parte un relato "tranquilo", consiguiendo que al final, el resultado sea bueno, aunque algunos momentos del guión no terminan de quedar bien rematados, con lo cual se necesita cierta indurgencía por parte del espectador.

Hay que comprender que este fué el primer largometraje de su director, y eso se nota, sobre todo, en una dirección de actores poco trabajada (el protagonista sobreactua en demasiadas ocasiones, en contraposición de la frialdad y raquitica actuación falta de matices de Alterio, y muchos actores con frase que se nota que son amateurs), o el mal sonido en directo que no permite un visionado correcto salvo (de nuevo) un mayor esfuerzo por el espectador, cosas que sin duda un director con más experiencia no hubiera permitido.

La mejor de reparto es sin duda Luchy López, que consigue tranmistir la tristeza de un personaje atrapado en una vida negra.

"Muertos comunes" fué maltratada en su estreno, y pasó pronto al olvido, teniendo su director que refugiarse en el cine independiente para poder realizar películas.

Tampoco voy a mentir y decír que es una gran película, porque simplemente no lo es, pero si creo que tiene cierto valor cinematrogafíco como para tener un tratamiento digno, algo que por desgracía pasa con muchisimo cine español, que duerme el sueño eterno por culpa de productores piratas que estrenan en una sala para poder cobrar subvenciones y sacar dinero con el minimo esfuerzo economico tanto en producción como en promoción (a costa de "matar" a tantos directores noveles), y un publico con un irracional odio eterno a todo lo que huela a cine español.

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