Sinopsis
Una influencer, que se ha hecho famosa por publicar contenidos impactantes en las redes sociales, sufre un grave accidente durante la grabación de uno de sus vídeos y decide aislarse en un chalet en la montaña con su asistente personal para tomarse un descanso.
No me lo creo ni yo: primera peli de este director —y ya van cuatro— que me ha gustado. Y mira que venía escarmentado, preparado para otra de esas experiencias donde uno acaba mirando más el reloj que la pantalla. Pero no, aquí la cosa funciona. Y funciona bastante bien.
The Piano Accident es un extraño ejercicio de humor negro que, por algún motivo que aún no entiendo del todo, encaja. Quizá sea porque su protagonista está absolutamente sembrado, llevando cada situación al límite justo entre lo incómodo, lo absurdo y lo brillante. Tiene ese tipo de presencia que levanta la película incluso cuando el guion decide irse por las ramas… que no es pocas veces.
La historia —que aparenta ser pequeñita— se las arregla para crear una serie de momentos realmente inspirados, de esos que te pillan por sorpresa y te dejan con media sonrisa torcida. Un humor afilado, pero sin pretender ir de listillo. Y eso lo agradezco muchísimo.
También es verdad que no todo carbura. Hay tramos donde la película se recrea demasiado en su propio chiste, o donde parece que el director quiere demostrar que sabe más de lo que realmente sabe. Cosas del ego artístico, supongo. Pero aun así, el conjunto sale ganando, porque cuando la película acierta —y acierta más de una vez— te pilla totalmente desprevenido.
Al final, The Piano Accident me ha sorprendido para bien. No es perfecta, pero tiene vida, tiene mala leche, y sobre todo tiene un protagonista que se come la pantalla sin pedir permiso.
Ya era hora, la verdad.
Y ojalá este director siga por este camino. Humor tonto, pero no tan tonto...
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