Pequeña película española que se arzó con varios premios (entre ellos, una nominacion al Goya).
Pepa es una sevillana que sobrevive en la costa de Cadiz como puede, pero que tiene una hija pequeña de seis años a su cargo. Pepa no termina de centrarse en su vida, y un día, la dueña de la casa en la que vive se harta y la echa, viéndose en la calle, y casi sin recursos para encontrar otro sitio donde quedarse ella y su hija.
Supongo que nadie enseña a ser madre (o padre), y aunque tu hijo te idealice, muchas veces no dejas de ser una persona adulta perdida, con una carga que quizás no estabas preparada para tener.
El personaje interpretado por Tamara Casellas (de forma notable) es una mala madre. No sabemos los motivos exacto, pero sin duda, los intuimos. Quizás su alejamiento de su madre es señal de que no terminó de crecer en una familia "normal", o vete a saber, puede ser cualquier cosa.
Mientras vemos el deambular de las dos, Pepa pierde los nervios, y casi la esperanza de todo, pero al final, logra entender que tiene que seguir por su hija. Aunque eso signifique tragarse el orgullo, y volver a Sevilla con su madre.
En definitiva, una película dura, pero maravillosa, que nos trae otro punto de vista de la maternidad, más allá de los mas habituales.
(7/10)
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