Ya lo cantaban Los Ilegales en 1983, y se quedó corto el calvo de Jorge Jorge Martínez (letrista, guitarrista y cantante del susodicho grupo Asturiano), los nuevos tiempos siempre terminan siendo más salvajes, y a la postre, peor.
Se desmarca el gordo ratón con una noticia impactante, que no es otra que su película, aparte de un limitado estreno en cines, va a ser lanzada desde su plataforma de streaming, Disney +, a un precio de 30 dolares, aparte de la cuota mensual.
Las redes arden, y yo un poco menos porque era un movimiento esperado en las nuevas políticas de las grandes productoras de cine.
Ya comenzaron con el cine digital, aquel que decían que iba a verse igual que en el cine, y que sería mucho más barato. Y si, más barato es pero para ellos, que se ahorran muchísima pasta frente a la venta fisica (no tienen que crear la copia, no tienen que mover nada, no tienen que repartir con los vendedores), pero, o que choprersa, resulta que el precio final...ES EL MISMO QUE LAS COPIAS FÍSICAS.
Así que si, queridos mamoncetes (nuevo homenaje a los Ilegales), las grandes productoras van a seguir ese camino, que la venta física desaparezca, y que compres adorable y acariciable aire.
Y la segunda nueva ola, viene de la mano del éxito del despreciable Netflix (durante la pandemia, la mayoría de las plataformas daban meses gratis de contenido, menos esta panda de mercenarios que se alegraban de la pandemia porque sus suscriptores subían y subían) que les ha enseñado a los demás que se puede hacer cine sin pasar por estrenar en cine, con todos los beneficios para la productores, y de nuevo, y como intenta con Mulan el gordo ratón, a precios hinchados.
Ese es el camino que llevan estas grandes productores, y todos sus movimientos van a ir encaminado hacia ellos.
Alguno los defenderán diciendo que son negocios y que es normal que quieran hacer dinero, pero querido mamón, todo tiene un limite, hasta en el despreciable sistema capitalista del todo vale.
Eso si, al final, el asunto se impondrá si la gente traga o no traga, así que en nuestra mano está el permitirlo o no.
Si alguien cada vez que lo saludas te escupe en la cara, ¿porque sigues saludándolo todos los días?
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