Ahora que el cine coreano está de moda, es bueno recordar que no nació con "Parasitos", sino que un "poquito" antes.
Por ejemplo, tenemos a Park Chan-wook, conocido sobre todo por su "Oldboy"(2003), que en 2009 dirigió esta "Thirst", donde reescribe el mito del vampirismo en tiempos moderno y a la manera asiática moderna, es decir, unir géneros a lo loco.
Tenemos al gran Song Kang-ho (siiiii, el de "Parasitos") haciendo un atormentado sacerdote cristiano, algo perdido en su fe y en su vida, que decide presentarse voluntario para unos experimentos con los que están tratando de encontrar una cura para una temible enfermedad. El bueno del protagonista muere, pero al día siguiente resucita, y ahora es un vampiro. Es inmortal, más fuerte y ágil, pero no soporta la luz del sol, y necesita beber sangre para sobrevivir.
La película gana (bastante) en el momento en el que aparece en escena el personaje de Kim Ok Bin, una sufrida (en silencio) esposa, y ambos se sienten atraídos, comenzado una relación bastante sucia y oscura, con un tour de force final bastante potente y conseguido. Por desgracia, el metraje en este caso si es demasiado, y creo que tanto batiburrillo de géneros de cine, de situaciones (pasan del cine pornochachi al de suspense y al de superheroes pasando por el gore y el terror y tan tranquilo que se queda el director) terminará despistando a la mayoría, que terminaran encabronados con la película.
En lo personal, aunque se nota el talento del director en algunas escenas, creo que es su peor película (por lo menos de las que he visto de el) aunque en cualquier otro director con una filmografía mediocre resaltaría como la mejor...
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